Voces alzadas en solidaridad

EL PASO – Rosa Mejía vive con el constante terror de ser deportada a México. Sicarios, contratados por un cartel mexicano, tocaron la puerta de Rosa Mejía en un caluroso día de octubre. Este acto fue el último de una serie de hostigamiento contra la familia de Mejía por parte del cartel. Su hermano y su hermana habían estado desaparecidos desde febrero, y las autoridades hasta estos momentos no han hecho nada al respecto.

Para evitar ser secuestrados por los sicarios, Mejía fingió ser otra persona, y les dijo que la persona que estaban buscando estaba en un evento en la ciudad. Tan pronto como se fueron, Mejía huyó para buscar asilo en los Estados Unidos.

“Cuando sucedió la desaparición de mis hermanos, yo decidí dejar mi casa y todo lo que yo tenía ahí. Dejé mi paz y mi tranquilidad para resguardar mi vida y la vida de las personas que vinieron conmigo. En esos momentos yo pensé que era una buena decisión porque lo que queríamos nosotros era salvar nuestras vidas. Solo queríamos que no nos fueran [los sicarios] a matar, “dijo Mejía.

Durante el concierto El Paso Firme, Mejía compartió su historia con las masas de personas que asistieron para protestar contra la supremacía blanca. El evento sirvió para que personas de todo el país se manifestaron en contra del racismo y supremacía blanca.

Border Network for Human Rights (BNHR) colaboró ​​con el centro de  Refugees and Immigrant for Education and Legal Services (RAICES) para organizar un día lleno de eventos en honor a aquellos que perdieron la vida  a causa de la supremacía blanca, no solo en el  lamentable ataque terrorista que ocurrió el 3 de agosto en Walmart, en la ciudad de El Paso, Texas, pero también desde la anexión de Texas, Nuevo México, Arizona y California por los Estados Unidos.

La esperanza empezó a derrumbarse por toda la ciudad de El Paso, Texas,  por lo que los ciudadanos se unieron el día 7 de septiembre, y cada vez que alguien exclamaba “El Paso” la respuesta era “Firme”  un poco más fuerte que la vez anterior. 

Fernando García, director ejecutivo de BNHR, cree que la normalización de la retórica de la supremacía blanca  derive de las ideologías del presidente Donald Trump, y se han convertido en una fuente de inspiración para aquellos que  buscan lastimar a otros personas a causa de su color de piel o lenguaje. 

“Tenemos que decirlo como es, y no podemos dejarlo ir así. Ha sido el presidente Trump  el responsable de muchas de las cosas que están pasando. Él ha llegado aquí, a El Paso, para decirnos que los inmigrantes somos una amenaza, que somos criminales, que somos violadores, que somos animales. Y esas palabras el terrorista  supremacía blanca las  creyó y vino aquí a El Paso a hacernos tanto daño. ¡”El Paso”,”Firme”! Este es nuestro llamado de luchar, este es nuestro llamado a la acción  y reflexión por parte de la ciudadanía. Hoy seguimos mirando hacia adelante, porque merecemos una sociedad libre de racismo, libre de odio y libre de supremacía blanca “, dijo García a toda una comunidad reunida en un gimnasio con la Virgen de Guadalupe iluminada en el fondo.

El BNHR busca crear un movimiento para cambiar la sociedad que compita con el movimiento de Derechos Civiles de la década de los 60’s.

“Este movimiento dirigido por inmigrantes y latinos es el próximo movimiento civil de derechos humanos que se está construyendo”, dijo García.

            Este nuevo movimiento refleja el movimiento de la Asociación Nacional de Campesinos fundado por César Chávez en la década de los 60’s, el BNHR busca a aliados que pueda conseguir.

“Por lo que nosotros estamos luchando va más allá de las nacionalidades. Lo relevante es que cada comunidad sea igual en dignidad y derechos ”, dijo García. “Necesitamos vernos como seres humanos, y si nos vemos como seres humanos, será difícil distinguir esas diferencias, cualquieras que sean las que nos enorgullecen tanto y se convierten en obstáculo para relacionarnos,” dijo Garcia en Inglés.

Greg Abbot, gobernador de Texas, firmó ocho órdenes ejecutivas justo antes del tiroteo masivo en Odessa y Midland, Texas, con el objetivo de detener posibles tiroteos masivos, pero la palabra “arma” no aparece en ninguna orden ejecutiva.

Erika Andiola, directora de defensas de RAICES, ha tenido suficiente con los políticos ignorando el problema.

“No es suficiente, y este es el momento para que cualquier político, cualquier funcionario electo, ya sea republicano o demócrata o cualquier otro partido, se dé cuenta de que Estados Unidos tiene un problema con las armas de fuego, que hemos tenido un problema con las armas,” dijo Andiola. “Cuando tienes tantas armas disponibles para las personas que ya quieren lastimar a otros, que han escuchado al presidente Trump decir una y otra vez que las personas de otras naciones, personas que se ven de manera diferente, deberían ser expulsadas del país, toda esta retórica realmente está creando una atmósfera de personas que quieren atacar a otros,” Andiola dijo en Inglés.

Aunque BNHR educa la sociedad sobre la importancia de votar, los objetivos de los miembros son mucho más grandes.

“Registrarse para votar es una cosa, y es muy importante decir que las elecciones son importante, pero no la única”, dijo García. “Necesitamos tomar las calles, debemos denunciar [la supremacía blanca], necesitamos organizar comunidades. Al final del día, ¿Qué sentido tiene que las personas se registren para votar si las opciones que existen no reflejan sus comunidades o si sus comunidades no tienen la capacidad de influir en los candidatos?

García concientiza que los problemas que su organización y otras organizaciones buscan rectificar son muchos, pero argumenta que estos problemas son sintomáticos de una falla sistémica.

“Todos estos temas tienen sentido para una pelea individualmente en comunidades locales, pero ya no podemos ignorar que son parte del sistema”, dijo García.

Al negarse a aislar los problemas por región, estas organizaciones constantemente aceptan a personas como Mejía, cuyas experiencias no son únicas. Muchas lágrimas fueron derramadas y las historias compartidas durante el evento El Paso Firme que  conmovió a los asistentes a solidarizarse.

Sólo, cubierto de sangre y moretones, un hombre cruzó ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México intentando escapar de la muerte. Cazado, golpeado y dado por muerto, el hijo de Hermelinda Blanco y Carlo Barajas se dirigió a los Estados Unidos sólo para terminar en un centro de detención. Sus torturadores entonces dirigieron su atención hacia la pareja.

“Fuimos por varias calles de la ciudad de Juárez y nos siguieron, y fue entonces cuando decidimos venir en busca de asilo político. Desde entonces, hemos estado aquí esperando qué podemos resolver”, dijo Blanco.

Blanco, Barajas, Mejía, la comunidad latina, y la nación están esperando para ver cuándo y cómo se va a resolver la ideología ia de supremacía blanca.

Traducido por: Aryssa Enriquez